sábado, 11 de febrero de 2012

Con la Iglesia hemos topado

La Catedral Metropolitana de San Salvador se ha quedado en paños menores. El mural que la adornaba, creado por Fernando Llort, ha sido eliminado y en su lugar se pintará un "Salvador del mundo" y una estatua de bronce. Esta decisión no ha sido tomada por feligreses que acudiesen a la catedral, sino por la mismísima Iglesia Católica, en teoría, con la aceptación de la feligresía, aceptación que nadie parece haber dado.

La Catedral, revestida con el mural que Llort había hecho para ella, se queda sin personalidad y los feligreses, sin colores. El motivo no queda claro, pero sí las consecuencias: la Catedral (reconocida por los propios salvadoreños como una de las menos estéticas del mundo) ahora ya no puede lucir fachada.

Como es lógico, la familia Llort ha expresado su disgusto y enfado, y ha denunciado a la Iglesia por semejante ultranza tan "a lo gratis". 

Si alguien ve qué blasfemia puede tener la obra de Llort, por favor, que lo diga.


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